La cocina es uno de los lugares de la casa que más me gustan, en general, y también me gusta como está la mía actualmente.
Siempre me pareció un lugar súper cálido de la casa, esos espacios relajados, que dan confianza. Por eso me gusta que siempre haya un espacio para sentarse. Además de un buena mesada, ya que disfruto mucho de cocinar.
Cuando vinimos a ver nuestra casa, que estaba en obra, nos encantó, pero hasta que estuvo terminada, no me daba cuenta si en la cocina me iba a entrar una mesa o algo… (soy cero calculando distancias/espacios!). Por eso me puse feliz cuando, una vez terminada, me dí cuenta que sí, entraba una mesa, chica, pero suficiente para nuestros desayunos, cenas diarias y cafecitos confidentes.
Hoy, los invito a pasar a mi cocina y participo así en el desafío de BLAD (Blogs Latinos de Diseño y Decoración).
Mucho blanco y detalles en rojos no muy furioso.
El «florero» es una botella de leche antigua, con un verde que me
encanta como queda con los almohadones apastelados de las sillas
Este es uno de los accesos, con pared rojo antiguo y
cuadritos con fotos de rinconcitos de París
Otra vista, con la ventana y puerta que dan al jardín
Puerta de acceso directo a cocina y sectorcito de lavadero
Mi vinilo «Mucho Amor + Quita Penas», gallinitas de Guinea
traídas de un viaje, borla by Vero Palazzo, morterito y especias
letras «CUISINE» decapadas by Vero Palazzo, agarraderas
en crochet by Tere (mi suegra!)
Pizarra by Vero Palazzo, gallina Etelvina y cuadrito y/o posafuente:
regalo de mi amiga Andy porque quedaba lindo en mi cocina 🙂
Sobre la heladera, sifones que encontramos en casa de abuelos de marido en Tandil
Y ya terminando la recorrida, con los individuales de pajaritos by Ikea que me traje del último viaje…
las invitamos con Olivia a tomer un cafecito, en la cocina!
Espero hayan disfrutado la visita 🙂
